La fluoración es uno de los mayores éxitos de salud pública del siglo 20.
A pesar del gran éxito de la fluoración del agua comunitaria para mejorar los resultados de la salud oral, sigue circulando información errónea sobre sus riesgos y beneficios. Desde personas que llaman al fluoruro un complot comunista (en serio) a personas que lo llaman un asesino mortal, los mitos sobre el elemento son extensos. De hecho, en las últimas décadas, los movimientos anti-fluoruro han ganado muchos seguidores en todo el país.
Separando los hechos de la ficción
En realidad, el fluoruro en los suministros de agua municipales es uno de los avances más importantes y efectivos en la historia de la salud pública.
Desde su primera aplicación en Grand Rapids, Michigan, en 1945, la adición de fluoruro a los suministros de agua municipales ha mejorado drásticamente los resultados de salud oral de las personas en todos los niveles de ingreso, grupos de edad, líneas raciales y áreas geográficas.
(Para aprender más sobre cómo el nivel de ingresos, la raza, y la geografía impactan la salud oral, visita nuestra publicación anterior en el tema de las barreras que impiden el acceso al cuidado de la salud oral)
¿El fluoruro es costoso?
A un costo menor de 50 centavos por persona al año, la fluoración del agua es un tratamiento increíblemente rentable que ha demostrado reducir las caries en niñxs y adultxs, incluso ayudando a reparar la caries en sus etapas iniciales.
¿Pero el fluoruro no es una sustancia natural que no deberíamos consumir?
No. El fluoruro ocurre naturalmente en una amplia variedad de alimentos y bebidas. De hecho, si alguna vez has comido camarones fritos, puré de papas y salsa de carne, o uvas pasas, ¡has consumido fluoruro en concentraciones más altas que cuando bebes agua del grifo fluorada!
Si quieres saber más, consulta este informe del USDA sobre los alimentos y bebidas que contienen fluoruro natural.
La verdad es que consumimos fluoruro naturalmente todos los días.
Sin embargo, aunque hay fluoruro en todo tipo de alimentos y bebidas, generalmente no se produce naturalmente en niveles lo suficientemente altos como para beneficiar a nuestros dientes.
La adición de fluoruro al agua del grifo no nos ha expuesto a un peligro tóxico. Al contrario, la fluoración del agua en la comunidad simplemente ha asegurado que muchas personas tengan el mismo acceso al fluoruro en cantidades saludables y beneficiosas.
¿No es peligroso si la concentración de fluoruro en nuestra agua es más alta de lo natural?
De ningún modo. Considera esto:
Para una persona adulta que pesa 165 libras (75kg), consumir 12 vasos de agua en sucesión rápida puede ser considerado una dosis letal. En comparación, para obtener una dosis letal de fluoruro, una persona tendría que consumir más de 15 vasos de 12 onzas de agua fluorada en sucesión rápida.
¿Entonces cómo funciona el fluoruro?
En el transcurso del día, todas las personas consumimos alimentos y bebidas que introducen bacterias que pueden causar caries. Esas bacterias debilitan el esmalte dental– la capa externa y dura que protege nuestros dientes.
Cuando nos cepillamos los dientes con pasta dental fluorada, comemos alimentos con fluoruro o bebemos agua del grifo fluorada, el fluoruro sustituye iones de hidróxido en el esmalte dental. Este proceso fortalece los dientes, previene las caries, e incluso ayuda a revertir caries en la etapa temprana.
¿Cómo puedo estar segurx de que estoy recibiendo suficiente fluoruro?
La mejor cosa que puedes hacer para proteger tus dientes es asegurarte de cepillarte por dos minutos dos veces al día con pasta dental con fluoruro. ¡También puedes utilizar un enjuague bucal con fluoruro y asegurarte de tomar agua del grifo fluorada para que tus dientes estén contentos y saludables!
Y sí, lxs niñxs también pueden usar el fluoruro. Como regla general, usa “una untada hasta los tres años”, lo cual significa que debes usar una cantidad muy pequeña (solo untar el cepillo) de pasta dental con fluoruro para cepillarle los dientes a unx niñx hasta los 3 años. Para las edades de 3 a 6 años, usa una cantidad de pasta dental con fluoruro del tamaño de un guisante.
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