Una proveedora dental en las primeras líneas de la COVID-19

“Si empiezo desde el principio, tengo que decir que estaba extremadamente abrumada con todo lo que estaba pasando”, dijo la Dra. Amanda Stroud, la directora de odontología en AppHealthCare. “Pero si estás en medio de una pandemia, decir ‘No, no puedo hacerlo’ no es una opción. O ya sé cómo hacerlo, o lo averiguo, o tú vas a tener que enseñarme. Esas son las tres opciones”.

Cuando Carolina del Norte se comenzó a cerrar en respuesta a la pandemia de COVID-19, la Dra. Stroud y su equipo recién habían comenzado la sesión de primavera del programa de salud oral en las escuelas. Cada año, AppHealthCare dedica cuatro meses en las escuelas– dos en el otoño y dos en la primavera– visitando todas las escuelas en los condados de Ashe, Alleghany, and Watauga.

“Cuando empezamos a escuchar rumores de que las escuelas cerrarían, dedicamos un día entero para decidir lo que podíamos hacer desde la oficina”, dijo la Dra. Stroud. “Luego recibí una llamada de la directora de salud, Jennifer Greene, invitándome a la reunión del equipo COVID-19”.

La Dra. Stroud aceptó unirse al equipo de profesionales de salud pública en todo el país que estaba haciendo todo lo posible para preparar a sus comunidades y a los sistemas de cuidado de salud para resistir la pandemia de COVID-19.

Aunque la atención de odontología no urgente fue aplazada, AppHealthCare ha podido mantener a todo su personal dental empleado, reasignando dentistas, higienistas y personal administrativo para clasificar a los pacientes, ordenar las prescripciones, y hacer trabajo de alcance directo en comunidades de alto riesgo.

“Yo pienso que muchas personas se lanzaron a esto sin realmente saber cómo enfrentarse a una pandemia”, dijo la Dra. Stroud. “Simplemente teníamos que darnos cuenta que ya poseemos algunas de las herramientas necesarias y con un poco de ingenio podemos resolver el resto”.

Para la Dra. Stroud, un día típico durante las primeras semanas de COVID-19 consistía principalmente de conferencias telefónicas y actividades de planeación.

“Cuando todo esto empezó, teníamos llamadas de conferencia con los tres condados todos los días. Eran llamadas con equipos de gestión de incidentes, socixs comunitarixs, todos estos grupos”, dijo la Dra. Stroud. “Estamos enfrentando una situación tipo Armagedón– odio decirlo de esa manera– pero se trata de establecer planes para una morgue temporal, mirando qué pasaría si la cadena alimenticia que provee la comida en hospitales y prisiones desaparece. ¿Cuál es nuestro plan alternativo, y cuál es el otro plan si ese plan no funciona?”

Ahora que esos planes están establecidos, la Dra. Stroud está trabajando para alcanzar a comunidades vulnerables, asegurándose que tengan los recursos y el conocimiento para permanecer lo más seguras posible.

El cultivo de los árboles de Navidad es una industria muy importante en los condados de Ashe, Alleghany y Watauga, con trabajadorxs que vienen de otras partes dentro y fuera del país para la temporada de cultivo. Se volvió esencial que la Dra Stroud y sus colegas apoyaran a lxs productorxs y trabajadorxs agrícolas a tomar pasos para reducir el riesgo de infectarse o transmitir la COVID-19.

“Afortunadamente, hemos podido compartir mucha información con las personas que llegan”, dijo la Dra. Stroud. “Hemos estado trabajando con el departamento de agricultura de la Universidad Estatal de Carolina del Norte para diseminar recursos en inglés y español con información sobre cómo lavarse las manos, la importancia de mantener 6 pies de distancia, y asegurándonos que ellxs sepan cuáles son los signos y síntomas”.

Las comunidades migrantes, que sistemáticamente sufren de una falta de acceso a cuidados de salud, corren un riesgo particularmente elevado de contraer COVID-19 y de no poder buscar atención medica cuando la necesitan.

“Realmente estamos trabajando para minimizar el temor de acudir al cuidado médico”, dijo la Dra. Stroud. “Muchxs trabajadorxs migrantes temen ser objetivos de las autoridades. También hemos estado trabajando en superar ese temor, solo intentamos demostrales a la población migrante que nosotrxs en realidad estamos aquí para ayudarles”.

La Dra. Stroud dijo que lxs dueñxs de las granjas han estado dispuestxs a trabajar con los departamentos de salud pública para mejorar la seguridad de lxs trabajadorxs agrícolas.

“Yo creo que la mayoría de lxs dueñxs entienden qué tan perjudicial puede ser esto, para su propia salud, la salud de sus familias, y el bienestar de su negocio y de la gente que trabaja para ellxs”, dijo la Dra. Stroud.

Sandra Rodríguez, la directora asistente de Estudiantes en Acción con Campesinos, explicó que lxs dueñxs de las granjas tienen mucho en juego en ayudar a las comunidades de trabajadorxs a mantenerse seguras y saludables. Pero al fin del día, implementar prácticas seguras es increíblemente difícil, si no imposible.

“Simplemente es una temporada muy difícil para la gente en los campos”, dijo Rodríguez.

En una temporada normal, lxs trabajadorxs agrícolas enfrentan muchos obstáculos a la hora de acceder al cuidado de salud. Desde su punto de vista, Rodríguez explica que la COVID-19 ha agravado esos obstáculos y ha resaltado las condiciones peligrosas que lxs trabajadorxs enfrentan a menudo.

“Estas viviendas en donde muchxs de lxs trabajadorxs viven normalmente están en muy malas condiciones. A menudo, las viviendas consisten de una habitación grande con muchas camas, un espacio pequeño para comer y unos pocos baños”, dijo Rodríguez. “¿Cómo se puede entrar en cuarentena en esa situación?”

Rodríguez dijo que aunque nuevas viviendas obviamente no pueden ser construidas de la noche a la mañana, ya es la hora de comenzar el proceso de abordar la crisis de vivienda de lxs trabajadorxs agrícolas.

“En la situación de vivienda actual, la preocupación es que si tan solo unx trabajadorx llega a enfermarse con el virus, se puede transmitir rápidamente al resto de lxs trabajadorxs”, explicó Rodríguez.

“No creo que podemos eliminar las interacciones, pero estamos trabajando con lxs dueñxs de las granjas para mantener juntos a los grupos”, dijo la Dra. Stroud. “Eso significa mantener juntxs a lxs trabajadorxs del grupo A de la vivienda A, trabajando juntxs en el campo y no interactuando con lxs trabajadorxs del grupo B, de la vivienda B, de esa manera se limita la propagación del virus”.

“Yo soy una proveedora de salud dental. Yo tengo algo para brindar, pero todo esto también ha sido una gran experiencia de aprendizaje. No solo aprendiendo lo que los otros departamentos hacen en el día a día pero también aprendiendo a dejar todo y girar 180 grados y decir ‘hola, te puedo ayudar con esto’”, dijo la Dra. Stroud.

Además de aumentar la capacidad humana para la preparación y el trabajo de alcance, el consultorio de odontología de la Dra. Stroud también ha sido capaz de proporcionar mucho alivio, especialmente al comienzo de la respuesta a la pandemia.

“Desde que hicimos la transición a la telemedicina y cerramos nuestro programa escolar, pudimos mover nuestros suministros y convertirnos en una fuente de respaldo de EPP (equipo de protección personal) para los otros departamentos y agencias en toda la zona”, dijo la Dra. Stroud.

Para la Dra. Stroud, los lazos creados entre las varias agencias que se juntaron para enfrentar la pandemia de COVID-19 son una luz de esperanza.

“Es muy importante, especialmente para los condados pequeños, darnos cuenta que podemos unirnos y apoyarnos unxs a otrxs aún más de lo que lo hemos hecho en el pasado”, dijo la Dra. Stroud “Yo incluyo a la odontología bajo el techo de proveedorxs de servicios médicos. Pienso que ya estamos en camino a mayor integración, pero espero que con esto nos demos cuenta de que hay mucha menos separación que antes”.

Además de las dificultades de reconfigurar un sistema médico para responder al desafío inmediato, el bienestar de lxs proveedorxs médicos también es una preocupación importante. Debido a la exposición frecuente a la COVID-19, muchxs proveedorxs se ven obligadxs a aislarse de sus seres queridos por su alto riesgo de exposición al virus.

“Extraño ver a mi familia”, dijo la Dra. Stroud. “Mis padres viven a solo 35 minutos de aquí, pero no los he visto en varios meses. También tuvimos un fallecimiento en la familia. La abuela de mi esposo falleció en medio de todo esto al otro extremo del estado y no pude ir a su funeral”.

De parte de todxs nosotrxs en el NCOHC, agradecemos a todas las personas como la Dra. Amanda Stroud y Sandra Rodríguez quienes trabajan muy duro para responder a las necesidades de las comunidades más vulnerables en estos momentos.

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